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El restaurante japonés secreto donde necesitas ser invitado

El restaurante japonés secreto donde necesitas ser invitado

El restaurante japonés secreto Toridokoro Matsumoto, ubicado en Honolulu, es uno de los muchos restaurantes esparcidos por todo el mundo, especialmente por Asia, al que solo se puede acceder por invitación. Lo que lo hace verdaderamente único, sin embargo, son las apetitosas especialidades de la casa, incluyendo el yakitori y el tataki de pollo.

Mucho se ha hablado en el último año sobre este secreto restaurante japonés de Honolulu, al que solo se puede acceder por invitación. Huelga decir que una de las razones de este gran interés mediático se basa la curiosidad que se ha desatado en Internet tanto acerca de este como de otros restaurantes clasificados como excelentes pero accesibles solo para unos pocos privilegiados. Tanto blogs como redes sociales suponen una valiosa fuente de fotos e información, para todos los blogueros y críticos gastronómicos y fanáticos varios de la cocina japonesa en busca de noticias y esperando ansiosos una invitación.

Si navegamos a través de las fotos de aficionados y sus apasionados testimonios, se puede saborear un poco la atmósfera mágica de este restaurante de Honolulu incluso si, como dijo uno de los bloggers-clientes, «las fotos en Instagram no pueden capturar la complejidad de sabores, el sutil y esmerado aderezo y el impecable servicio». El otro motivo que lo ha hecho tan famoso es el aspecto gastronómico, en concreto los aplaudidos y codiciados yakitori y pollo tataki, las verdaderas estrellas del menú.

El pollo es el rey absoluto de los platos, en todas sus formas y cocciones

Hay quien define el pollo de Toridokoro Matsumoto como «tierno y delicioso», y no es casualidad que sea este el ingrediente principal de la cocina del restaurante. Uno de los platos principales es el yakitori, un plato tradicional japonés que consiste en trozos de pollo o vísceras ensartados en brochetas de bambú y a la parrilla. Los pedazos de pollo que componen esta brocheta pueden ser de los más variados y, como uno de los visitantes en su blog afirma, «comer aquí es como asistir a una lección de anatomía».

De hecho, muchos los platos cuentan con el pollo como protagonista, cocinado de todas las maneras posibles: paté de hígado de pollo y pan, pollo picadito relleno con pimientos, tsukene de pollo (albóndigas).

Pero el otro plato principal del restaurante de Honolulu es el tataki de pollo, es decir, trozos de pollo ligeramente escaldados (casi crudo) con láminas de cebolla roja y shiso, una hierba aromática oriental similar a la albahaca. Por «tataki» entendemos, en general, la típica técnica de cocina japonesa que implica una cocción rápida de carne o pescado en una sartén, generalmente seguida de un marinado en vinagre y de la presentación de rebanadas en rodajitas y condimentadas con gomasio, sésamo o jengibre. No hace falta decir que la carne cruda y semi cruda puede contener bacterias que pueden causar intoxicación alimentaria, pero en el Toridokoro Matsumoto, el chef Yamamoto tranquiliza a los clientes garantizando su frescura asegurando que el pollo que usa se cría en una granja secreta en la isla de Hawai.

Sopas, verduras orientales, combinaciones agri-dulces y especias

En el menú también hay platos que no están basados ​​en pollo. Entre ellos, en la web mencionan la sopa de aguacate fresca con cebollas y edamame (soja verde), una crema Vichyssoise con cebolla, un tomate cherry pelado en dashi (caldo de pescado) y sazonado con queso parmesano, un pastel de pescado con wasabi en salmuera, una ensalada de daikon condimentada con wasabi y brotes de guisantes, pimientos shishito a la parrilla y yamaimo (variedad oriental del boniato), dos huevos de codorniz en una brocheta y finalmente el recomendadísimo arroz con champiñones fritos. El postre es uno de los pocos platos que a menudo cambian el menú.

El menú es fijo, aunque hay variaciones disponibles, y el precio es de alrededor de $70, sin impuestos ni propinas. Las críticas parecen ser todas super entusiastas y los clientes están fascinados por la ubicación, la experiencia tan exclusiva y sobre todo por el sabor de los platos. Tal y como uno de ellos comenta: «Cada plato fue cocinado, emplatado y servido meticulosamente, tal y como se espera de un restaurante secreto japonés de yakitori. Y aunque cada porción era deliberadamente pequeña, después de más de 10 platos, estaba lo suficientemente llena, y, curiosamente, no me sentó mal el pollo».


Ivana De Innocentis
Ivana De Innocentis
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Nomade digitale, docente di social media marketing e scrittrice, appassionata di viaggi, arte, tecnologia e alimentazione vegetariana e vegana. In cucina ama prendere spunto dalle sue passioni, aggiungendo ingredienti naturali e un pizzico di creatività.
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