La cría del pulpo es un error y perjudica el medio ambiente, afirman los científicos
En el futuro criar pulpo para que se convierta en un alimento básico podría ser algo común. Ya hemos mencionado anteriormente que debido a la contaminación y acidificación de los mares, el número de peces en los océanos está disminuyendo, mientras que el número de moluscos y cefalópodos está aumentando.
Algunos países como Japón ya están desarrollando la idea de criar pulpos y las primeras instalaciones podrían estar funcionando en 2020. Otros países como España, China y México podrían ser los siguientes. Sin embargo, a aquellos que se preocupan por el mar y su salud no les gusta mucho esta idea. Según una investigación publicada en la revista Issues of Science and Technology no se trataría de una salvación, sino de un daño adicional a todo el ecosistema marino.
La cría del pulpo: un problema ecológico
Según los investigadores, la cría de pulpos requeriría una gran cantidad de peces para alimentar a estos animales. Los pulpos tienen un índice de conversión alimenticia de al menos 3 a 1. Es decir, antes de que puedan terminar en nuestras mesas necesitan consumir hasta tres veces su peso para crecer. De este modo no se reduciría la presión sobre la pesca, sino que paradójicamente se aumentaría.
Las larvas de pulpo generalmente se alimentan sólo de peces vivos, lo que hasta ahora ha ralentizado la explotación de la cría de estos animales debido a la dificultad de alimentarlos con éxito. Pero recientes investigaciones han señalado que algunas especies seleccionadas de pulpos son menos "sofisticadas" en su elección alimentaria, lo que permitiría que crecieran en cautividad de forma más sencilla, menos costosa y, por lo tanto, esto podría dar lugar al nacimiento de granjas masivas.
Los pulpos son inteligentes: una razón contra la cría
Pero el impacto ambiental no es la única preocupación de los que están en contra de la idea de criar pulpos. Los pulpos son considerados animales extremadamente inteligentes. Se ha demostrado que son capaces de resolver problemas complejos, utilizar herramientas y recordar procedimientos durante mucho tiempo. Se cree que los pulpos son los únicos invertebrados con un cerebro lo suficientemente desarrollado como para poseer una forma de autoconciencia que los convertiría en uno de los animales más parecidos a los humanos de entre todos aquellos animales que pueblan los mares. Criar pulpos significaría forzarlos a condiciones de vida degradantes y éticamente cuestionables, todo por un alimento que puede ser considerado más una delicatesen que una necesidad real o una salvación para el alimento futuro. El interrogante de los científicos es, por lo tanto: ¿realmente vale la pena?
