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Comida democrática: cuando la calidad, la accesibilidad y la ética marcan la diferencia

Comida democrática: cuando la calidad, la accesibilidad y la ética marcan la diferencia

Para que un alimento sea democrático, necesitamos hablar sobre calidad, accesibilidad y ética, pero también respeto por la biodiversidad y una remuneración justa. En resumen, la forma correcta de comer.

Cada vez más necesitamos comida democrática y llevarla hasta una mesa de negociación no es nada fácil: la calidad, la accesibilidad y la ética son solo los primeros pasos, pero también es necesario respetar la biodiversidad, una remuneración justa y un precio justo. Y el meollo de la cuestión está en que la comida es muy complicada. Pretender que una simple etiqueta te cuente la vida, y milagros de un alimento es prácticamente imposible.

Definamos la comida democrática

Con motivo de la reunión «Cibo a regola d’arte» Carlo Petrini, fundador de la asociación Slow Food, tuvo la oportunidad de reunirse con chefs destacados y expertos del sector gastronómico para tratar estos temas. La oportunidad permitió intercambiar opiniones con Massimo Bottura, Antonia Klugmann y Pino Cuttaia. Pero no solo hay espacio para quienes cocinan sino también para quienes escriben sobre comida, tanto periodistas como autores, acompañados también de productores autóctonos.

Todos ellos se reunieron para debatir un tema común: ¿qué es la comida democrática? Por un lado, tenemos todos esos conceptos clave que hemos enumerado hasta ahora, el clásico trío formado por calidad, accesibilidad y ética, a los que aún deben agregarse muchos otros aspectos. Por ejemplo, ¿por qué no utilizar la comida como un atractivo turístico? Algo de lo que en la DOP Mozzarella di Bufala Campana conocen bien. ¿Por qué no aprovechar la comida para reinsertar a los jóvenes con dificultades en un lugar de trabajo? Uno se da cuenta desde el principio de que la idea de la ética es decir que la gente merece ser tratada de la mejor manera posible, y el sector de la alimentación en Italia puede ser un ejemplo.

Sin embargo, no olvidemos que no existe comida más democrática que la regional: la historia gastronómica podrá alcanzar alturas increíbles con chefs plagados de estrellas, pero sus cimientos siempre han estado bien unidos en la tierra. Por esta razón, paradójicamente, no hay nada mejor que vivir el camino de nuestros ingredientes, tanto el físico que los hace llegar hasta nuestras mesas como el cultural, que los hizo sobrevivir a lo largo de la historia. Si juntamos estos dos ámbitos no hay forma de escaparse, no se puede ser antidemocrático en la mesa.


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Matteo Buonanno Seves
Matteo Buonanno Seves
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Un giovane laureato in Scienze Gastronomiche con la passione per il giornalismo e il mai noioso mondo del cibo, perennemente impegnato nel tentativo di schivare le solite ricette e recensioni in favore di qualcosa di più originale.
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