El aceite de argán y las cabras que escalan árboles en Marruecos
Puede parecer extraño y surrealista, pero este absurdo espectáculo se da todos los días en Marruecos: las cabras trepan a los árboles de Argán. ¿Pero cómo es posible? Y sobre todo, ¿por qué? Detrás del misterio podría haber un instinto muy básico, capaz de trasladar a estos pobres animales a todas partes: el hambre. Los criadores pronto aprendieron a explotar esta pasión desenfrenada en su beneficio, utilizándolas para la producción del famoso aceite de Argán.
Un árbol con espinas
El argán es un árbol principalmente coriáceo, con una corteza áspera y espinosa que parece estar hecha para adaptarse al entorno árido en el que crece. Sus ramas crecen desordenadas y gruesas, y el amplio follaje se convierte en un importante refugio para los animales que buscan una sombra fresca. Pero si el aspecto de la planta es duro, sus frutos de una dulzura increíble.
Y aquí se encuentra el secreto de las cabras trepadoras: son atraídas por los brotes del árbol, tanto que trepan y permanecen en un precario equilibrio en las ramas. Se trata de una subida de 8 a 10 metros en un espacio absolutamente estrecho, entre espinas y corteza despiadadas, para poder comer las almendras que todavía no han madurado. Los agricultores marroquíes han descubierto el truco y mantienen a los animales alejados de las plantas hasta que las famosas «almendras de Argán» estén listas.
En este momento las cabras suben a los árboles cuando los frutos están maduros, los consumen y se tragan la semilla, completamente intacta. Una rápida búsqueda entre los excrementos de los animales permite a los criadores recoger almendras, expulsadas en perfecto estado por las cabras. Ahora ya sabes de dónde viene el famoso aceite de argán.
