Aguas funcionales, qué son y cómo funcionan

El mercado del agua funcional ha crecido tanto en los últimos años que ahora es fácil encontrar secciones completas dedicadas en los supermercados. Empezando como sucede a menudo en los Estados Unidos, la obsesión por las aguas funcionales es ahora una realidad también en nuestro país, pero ¿de qué se trata en concreto?
¿Qué son las aguas funcionales?
Se denominan aguas funcionales a aquellos productos a base de agua que han sido enriquecidas con ingredientes tales como esencias, extractos vegetales, vitaminas y minerales. El adjetivo «funcional» deriva del hecho de que cada agua enriquecida debe garantizar una «función» específica, desde la integración de minerales y vitaminas, hasta la desintoxicación del cuerpo, pasando por el suministro de energía hasta el bienestar de la piel.
La diferencia con las infusiones es que las aguas funcionales se preparan con una fórmula específica y, por lo tanto, son el resultado de un proceso más complejo que pretende asegurar la presencia de una mayor cantidad de nutrientes que la simple infusión. Hoy en día existen muchas alternativas en el mercado, la oferta va desde marcas grandes hasta aquellas más pequeñas y ambas son capaces de responder a toda la demanda del mercado.
Cómo funcionan las aguas funcionales
El consejo, cuando compréis agua funcional, es siempre leer atentamente la etiqueta. Muchas de estas aguas contienen en realidad azúcares o edulcorantes artificiales que no están presentes en el agua común. Estas aguas funcionales no hacen perder peso, al contrario, tienden a contener una mayor cantidad de calorías, que no son necesarias para las personas que siguen dietas bajas en calorías.
En las aguas funcionales que no contienen azúcares, la aportación de vitaminas y minerales puede sin duda ayudar a compensar carencias específicas, especialmente durante o después de períodos de actividad física más o menos intensos. En este caso, su «función» es más fácil de identificar.
