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Verdadero o falso: Popeye, su fuerza y ​​las espinacas

Una historia llena de malentendidos e invenciones se esconde detrás del «caso Popeye» el marinero y zampa espinacas más famoso de todos los tiempos.

El caso Popeye, también conocido como el «mito del SPIDES» (Spinach Popeye Iron Decimal Error Story), es probablemente uno de los mayores efectos placebo de la historia de la alimentación, y no solo eso. Una historia digna de un escritor de misterio donde las espinacas, uno de los vegetales más odiados por la mayoría de los niños, parecen ser las protagonistas. Una verdura que ha hecho de oro a Popeye, el mítico rudo marinero que se coló en el imaginario colectivo (y en el vocabulario) y que le bastaba comer una lata de espinacas para resolver cualquier situación. Una historia que alcanzó su epílogo en 2010, cuando un criminólogo británico reconstruyó lo que hoy se llamaría un «engaño».

Todo culpa de una coma

Hace mucho tiempo se creía comúnmente que la espinaca contenía altos porcentajes de hierro. En 1981, en el British Medical Journal, el hematólogo Terence John Hamblin anunció la teoría SPIDES en uno de sus artículos. Esta leyenda del hierro en las espinacas nació alrededor de 1890, cuando por un error de impresión – o el cálculo de un investigador – a la verdura se le atribuyó un contenido de hierro 10 veces mayor que el real, simplemente moviendo la coma de un decimal. O sea, que estaba donde no debía. Según diferentes versiones, el científico responsable fue un tal Erik von Wolff, quien publicó sus resultados en 1870, para otros fue Gustav von Bulge. Pero lo que todavía no ha salido a la luz son esos datos publicados con la coma equivocada de uno u otro experto, ya que el propio Hamblin no ofreció ninguna fuente confiable para estas declaraciones. A pesar de que los alemanes habían descubierto el error de la coma en 1937, ya era demasiado tarde: Popeye ya era una estrella.

El papel de Popeye

Popeye, creado en 1929 por Elzie Crisler Segar, era inicialmente un personaje secundario de sus dibujos animados. Sin embargo, fue tan apreciado por los lectores que el dibujante convirtió al irascible marinero en el protagonista de sus historias. Por lo tanto, a partir de 1931, Popeye comienza a comer esas famosas espinacas que lo hacen invencible. Como claramente se indica en las viñetas de Segar, el verdadero nutriente «anabolizante» de Popeye es la vitamina A y no el hierro.

Sin embargo, durante el mismo período varias investigaciones americanas se extendieron sobre el altísimo contenido de hierro de las espinacas. Si el propio Segar se habría inspirado en los valores nutricionales de esas publicaciones o no es difícil de saber. El origen de la fuerza de Popeye al principio era muy diferente: en las primeras historias del cómic Thimble Theatre, el marinero obtenía su invencibilidad frotando la cabeza de una gallina mágica llamada Berenice. El papel decisivo de la espinaca podría haber venido con la llegada de nuevos autores después de la desaparición de Segar en 1938. Incluso hay quien afirma que el autor usó la palabra espinaca para referirse a la marihuana, según cierta jerga de la época.

La creencia de relacionar espinacas y hierro también fue alentada por una operación de propaganda estadounidense para aumentar el consumo de verduras, contemporánea con la publicación de Popeye y con dichas investigaciones, y parece ser que el consumo de espinacas en esos años aumentó en un 33%. A pesar de que los alemanes descubrieron la inexactitud de la investigación y los propios estadounidenses, al final de esa década, ya no señalaban a la espinaca como fuente de hierro, tanto estas como sus supuestos nutrientes estaban ya inevitablemente asociados con Popeye. Un gran golpe de efecto publicitario, cuyo origen fue la falta de verificación de las fuentes, seguido de años de continuas referencias subliminales.

Un error tras otro

Pero la cosa no acaba aquí. Spinacia 0leracea, considerada por los árabes como «el príncipe de las verduras» y que se introdujo en Europa entre 1200 y 1300, es en realidad una de las verduras más nutritivas, rica en sales minerales y vitaminas. Pero no en lo que respecta al hierro y la vitamina A. La espinaca contiene mucho hierro sí, aunque mucho menos que las legumbres, como por ejemplo las lentejas, y, además, el 95% resulta inutilizable como nutriente, debido a su forma química y la presencia de ácido oxálico y otros derivados.

En lo que respecta a la vitamina A, las espinacas contienen muy poca, menos de la mitad que otras verduras como zanahorias, albahaca, tomates o rúcula. Resumidas cuentas, hoy en día, la historia del marinero gruñón que come espinacas ricas en hierro podría estudiarse como un excelente caso de fake news o la propagación de un engaño. Pero Popeye es ya parte del imaginario colectivo de todos y va a ser muy difícil eliminar casi un siglo de historia. Vamos que todo parece indicar que, al menos durante un tiempo, la verdad le echará un pulso a la ficción.

TOPIC televisión
Jacopo Orlo
Studente di Giornalismo, la mia passione è tutto ciò che riguarda il mondo dell'intrattenimento: cinema, fumetti, serie tv, videogiochi. Alla ricerca di cose nuove e stimolanti che possano essere condivise con chi nutre le mie stesse passioni.