Un perro mejora la salud y te hace más feliz
El dicho de que el perro es el mejor amigo del hombre es muy antiguo, sin embargo, no ha sido tan cierto hasta nuestros días, en los que se ha demostrado que un perro también mejora la salud. Como esta, hay muchas otras frases que tienen como objeto trasmitir el amor y la fidelidad incondicional que nuestros amigos de cuatro patas son capaces de darnos.
Estudios recientes han demostrado lo que ya se sabía desde hace mucho tiempo inconscientemente, esto es, que los perros son buenos para nuestra salud, no sólo física sino también mental. Veamos por qué y cómo estas juguetonas bolas de pelo pueden ayudarnos en nuestra vida cotidiana.
El perro mejora nuestra salud física
Ocuparse de un perro mejora la salud ya que requiere tiempo y dedicación y muchas veces no logramos adaptar nuestros compromisos a las exigencias de nuestro amigo de cuatro patas. Pero luego, cuando volvemos a casa, incluso las pequeñas frustraciones que podamos traer desaparecen cuando lo vemos feliz de tenerlos allí.
El perro no es solo esto. Estudios recientes, publicados en revistas científicas de prestigio, han revelado que la incidencia de ciertas enfermedades afecta a los dueños de perros en un porcentaje más reducido. La razón es tan simple como importante: pasear con el perro al menos un par de veces al día «nos obliga» a hacer ejercicio. Lo mismo ocurre con las pequeñas actividades que se practican en casa para él y con él, como los juegos. Por eso, tener un perro mejora la salud ayudando a prevenir la obesidad, el sobrepeso, el síndrome metabólico y las enfermedades cardiovasculares.
Una ayuda contra la ansiedad y el estrés
La forma en que la presencia de un perro afecta nuestro estado emocional es aún más compleja. No todo el mundo sabe que estar con su perro o simplemente mirar una foto de él estimula al cerebro a liberar oxitocina, opioides, adrenalina y serotonina, las llamadas «hormonas de la felicidad». El perro mejora la salud y te hace feliz porque es también un animal extremadamente empático: es capaz de percibir el estado de ánimo de las personas con las que pasa más tiempo y adaptarse sintiéndose identificado. Estar cerca de ellos y acariciarlos alivia el estrés y la ansiedad, te permite sentirte comprendido e incluso menos solo. Esto está relacionado con el ámbito de la socialización.
Pasear al perro a menudo hace que su dueño se relacione con los dueños de otros perros. De esta manera, incluso los más tímidos e introvertidos podrán romper el hielo y ponerse en contacto con otras personas. Una persona sola, anciana o soltera encontrará en el perro un motivo para no dejar de relacionarse. Cuidar de él será una especie de meta diaria que se llevará a cabo con amor y dedicación. «Quien nunca ha tenido un perro no sabe lo que significa ser amado» (Arthur Schopenhauer). Concluimos con esta frase, para nada obvia, y descubrimos cómo un perro puede salvar nuestra vida todos los días, con gestos sencillos y naturales.
