Un código de barras genético para proteger a los consumidores de cualquier alimento falsificado. Es la propuesta que proviene de Alemania gracias a los investigadores del Karlsruhe Institute of Technology (KIT), quienes han descubierto un método más rápido para identificar alimentos de manera única gracias al ADN. El método permite reconocer las falsificaciones más fácilmente que los métodos tradicionales.
La falsificación de alimentos es una realidad en auge
La lista es larga y va desde las bayas de Goji o Acai, hasta el polvo de Moringa, las semillas de Chia, y así sucesivamente. Gracias a la globalización, las plantas, las frutas y, en consecuencia, los platos que alguna vez fueron característicos de una sola región del mundo, han adquirido un carácter global. Estos son los llamados «superalimentos», o aquellos productos considerados particularmente capaces de proporcionar no solo valor nutritivo, sino también propiedades beneficiosas para la salud de nuestro organismo.
El aumento en la demanda también ha aumentado en exceso el rentable mercado de las falsificaciones. Desde Alemania, sin embargo, podría llegar una solución muy sencilla y que podría identificar de manera única si un determinado producto es original o es simplemente un fraude. Los consumidores podrán dormir tranquilos.
Súper alimentos difíciles de reconocer
Las plantas medicinales y los «superalimentos» son muy difíciles de identificar según los expertos. A menudo, la dificultad proviene de la exoticidad de los productos y del hecho de que, a menudo, el consumidor a primera instancia no puede reconocerlos fácilmente. Otras veces, sin embargo, es solo un subgénero en concreto el que puede proporcionar las propiedades elogiadas por los vendedores. Por ejemplo, «el bambú cuenta con más de 1400 especies, pero solo 3 de ellas se utilizan para hacer el famoso té con propiedades excepcionales», explicó Peter Nick de KIT. Del mismo modo, el Sacred Tulsi Basil de India tiene excepcionales propiedades, pero algunas de sus variedades pueden causar reacciones alérgicas severas.
ADN legible como un código de barras
¿Cómo protegerse entonces? Hasta la fecha, los productos importados son controlados microscópicamente y se los compara con una lista de descriptores botánicos, pero el método es decididamente inadecuado. Del mismo modo, leer toda la secuencia de genes requiere una gran cantidad de tiempo y dinero. Los expertos de KIT, en cambio, han ideado un nuevo sistema de «llave y cerrojo» basado en pequeñas diferencias en la secuencia genética. Al aplicar la «llave» en ciertos puntos del filamento de ADN, coincide con la secuencia de «cerrojo», lo cual significa que el producto es original.
«Esto es una reminiscencia de los códigos de barras que se pueden leer con un escáner especial» explicó Nick. El KIT ya ha establecido una base de datos con más de 7,000 especies y su ADN «llave» correspondiente, aunque todavía estamos lejos de tener un producto disponible para el público en general. Sin embargo, este método es un buen presagio para que si bien no el consumidor final, al menos los minoristas, tengan pronto una garantía de que su producto es realmente el que habían pedido. ¡Con todo el respeto hacia todos los falsificadores, claro!
