¿Cómo se prepara el ghee o ghi, la mantequilla india clarificada? Esta es una pregunta que cualquiera que quiera probar la cocina oriental puede hacerse. Se trata de un ingrediente muy utilizado en varias recetas y que tiene sus orígenes en la cultura védica. Este ingrediente también es ideal como condimento para preparar arroz, sopas o verduras y su dulce aroma otorga un sabor inconfundible a los platos indios.
La preparación
Preparar ghee no es difícil, pero lleva tiempo. En primer lugar, para potenciar su delicado aroma, es necesaria una cocción lenta y prolongada para evaporar por completo la parte acuosa, permitiendo así que las partes sólidas de la mantequilla se separen y salgan a la superficie. La cocción lenta debe continuar hasta que se alcance un color ámbar. ¡Ten cuidado de no quemarla! Si el ghee se cocina a fuego alto, o durante demasiado tiempo se oscurecerá y adquirirá un olor agrio. En cualquier caso, el tiempo requerido depende de la cantidad de producto.
Conservación
Una vez hayas logrado el resultado correcto, fíltralo con cuidado utilizando un colador de malla fina cubierto con un paño para retener cualquier residuo. Para enfriarlo, es aconsejable ponerlo en un tarro de cristal o de barro, a temperatura ambiente. El ghee puede durar meses incluso fuera de la nevera si está bien preparado, ya que no contiene agua ni caseína, que es la responsable de la descomposición de la mantequilla.
Es posible freír en el mismo ghee durante varios días, a menos que se queme. Si se queda oscuro incluso después de haber sido filtrado o si emite un olor muy intenso, será mejor que lo cambies. El ghee se puede consumir de varias maneras, pero tradicionalmente las recetas típicas contemplan su uso para dorar o freír verduras y carne. Con su aroma dulce, delicado y fragante, les dará un sabor inconfundible a tus platos. ¡Un toque de la India en tu cocina!