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¿Será vegano el futuro de los automóviles?

¿Será vegano el futuro de los automóviles?

¿El futuro del automóvil será vegano? Es una pregunta difícil de responder con total seguridad, pero respecto a la cual, podríamos hacer alguna que otra reflexión más que interesante.

Preguntarse si el futuro de los automóviles será vegano es, a día de hoy, además de lícito, muy coherente. En concreto, en relación con el uso del cuero, tan extendido para los asientos y para los diferentes acabados interiores. Sin embargo, para abordar el problema correctamente, es necesario hacer algunas reflexiones: desde un punto de vista que, por simplificar, podríamos definir como «animalista», hasta una perspectiva más amplia en relación con la protección del medio ambiente.

¿Cuál es el motivo de usar cuero?

La industria automotriz durante varias décadas se ha centrado en el cuero para los revestimientos y acabados de varios de sus modelos. Una costumbre que, partiendo de los coches de gama alta, se ha ido desplazado gradualmente hacia los de gama más económica, afectando cada vez a un mayor número de vehículos. Pero ¿es realmente esta la mejor opción? Partiendo de una suposición de total imparcialidad: ¿hay alguna razón de peso para este uso tan extendido del cuero? Teniendo en cuenta además que, después de la ropa, el sector del automóvil es el principal usuario de cuero del mercado.

Los fanáticos del sector podrían inicialmente dar la lata con la idea de abandonar los asientos de cuero clásicos, pero si nos paramos un momento para realizar un análisis más profundo de los pros y los contras, puede que ya no se cierren tanto en banda. Los asientos de cuero tienen una serie de defectos indudables: no son tan cómodos con las altas y bajas temperaturas, están sujetos a un desgaste significativo, requieren de un mantenimiento periódico exhaustivo y además cuestan una fortuna. La única razón real de su uso parece ser la tradición.

Si a todo esto le añadimos el hecho de que los avances tecnológicos han puesto a nuestra disposición materiales sintéticos igualmente agradables a la vista y al tacto, capaces también de disminuir la incidencia de los defectos antes mencionados, el «misterio» se espesa. Todo parece indicar que podríamos definir este hábito, todavía presente y extendido, como un verdadero anacronismo. Por no hablar de la cuestionable ética del uso de derivados animales con un propósito, sin duda, más hedonista que funcional.

El problema ambiental

El proceso de producción de cuero la verdad que no es el más limpio, debido a los numerosos productos químicos empleados en la fase de curtido y teñido. Además, no es raro que estos procesos se lleven a cabo en áreas del mundo donde la protección ambiental y la seguridad en el trabajo tienen más que ver con divagaciones filosóficas que con necesidades operativas concretas.

En este sentido, vale la pena recordar que, con demasiada frecuencia, si hablamos del impacto ambiental de diferentes productos en el mercado, nos fijamos solo en el resultado final y no en el coste de todo el proceso. Un automóvil, por ejemplo, afecta al medio ambiente considerablemente más en el curso de su producción que en su «corta» vida en las carreteras. Otro ejemplo sorprendente se refiere a los vehículos eléctricos, con respecto a los cuales la cancelación de emisiones durante el uso es cierta, pero un poco menos claro queda el coste ambiental de su producción: de la electricidad, la extracción de metales contaminantes como el litio y el cobalto necesarios para las baterías y el impacto de la producción, que no presenta ningún cambio en comparación con los automóviles tradicionales. Por lo tanto, volviendo al cuero, al presupuesto resultante de la mera matanza de animales para la producción de cueros, también se debe agregar el peso ambiental de todo el proceso que hay detrás de su procesamiento.

El tema es complejo y da para mucho, y aún no contamos con respuestas para todo. Sin embargo, embarcarse en un ejercicio de reflexión asumiendo un punto de vista sistémico podría conducirnos a una nueva conciencia de un futuro más sostenible, y no simplemente dominado por la lógica del mercado de la que, a menudo, la tecnología sigue siendo esclava, en detrimento de soluciones verdaderamente funcionales a la protección del medio ambiente.


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Fabrizio Inverardi
Fabrizio Inverardi
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Chitarrista, motociclista, da sempre appassionato di scienza, tecnica e natura. Sono laureato in Psicologia del Lavoro e della Comunicazione. Curioso per natura amo i viaggi, il buon vino e scoprire cose nuove. Da qualche anno nel settore del marketing digitale e della comunicazione.
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Chitarrista, motociclista, da sempre appassionato di scienza, tecnica e natura. Sono laureato in Psicologia del Lavoro e della Comunicazione. Curioso per natura amo i viaggi, il buon vino e scoprire cose nuove. Da qualche anno nel settore del marketing digitale e della comunicazione.
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