La guayaba feijoa, una deliciosa fruta que además tiene beneficios cosméticos
La planta de la guayaba feijoa tiene sus orígenes en Nueva Zelanda, donde se ha trabajado mucho para su difusión y los frutos que produce son una verdadera delicia para el paladar. Debido a su corta vida después de haber alcanzado la madurez, su consumo ha ido disminuyendo más y más. Esta es la razón por la que actualmente los productores de Nueva Zelanda pretenden aumentar los cultivos de guayaba feijoa y ampliar así el mercado, exportándolos a todo el mundo.
El verdadero protagonista de la guayaba feijoa, sin embargo, es su delicioso fruto de sabor enigmático. Dulce, pero al mismo tiempo picante, libera un aroma fuerte y muy particular, una mezcla de piña y fresa. Es muy difícil de explicar, asique tendrás que probarlo para poder describir las distintas notas, lo único que esta fruta es bastante difícil de encontrar. Externamente se asemeja a una lima pequeña con un color verde brillante, pero en el interior se parece más a una pera con una pulpa amarillenta grisácea.
No se desperdicia nada
La guayaba feijoa, es muy rica para comerla al natural, cortada por la mitad y con una cucharilla como si fuera un kiwi, o pelada y se la puedes echar a la macedonia. La fruta sin piel es tiene muchas propiedades nutritivas, entre las que se destaca ser un potente antioxidante natural, debido al alto contenido de vitamina C y betacaroteno.
Además de la fruta en sí, las hojas y flores frescas de la planta también te pueden resultar útiles. De hecho, estas últimas también tienen propiedades antioxidantes y son absolutamente comestibles. Se las puedes añadir a cualquier plato, sobre todo a las ensaladas, y haciéndolos más atractivos, sabrosos y aromáticos. De la pulpa, se puede extraer un excelente jugo nutritivo, que sacia la sed y energiza. Vamos, justo lo que necesitas antes de un entrenamiento deportivo intenso.
En Sicilia, por ejemplo, las guayabas feijoas a menudo se transforman en mermelada o incluso en licores, como la famosa grappa profumate. Por otro lado, con las hojas secas de la fruta se preparan excelentes infusiones naturales con propiedades relajantes y desintoxicantes. Es perfecto para el finalizar el día y disfrutar así de una buena noche de descanso o por la tarde después de una comida pesada, tomándola en un té digestivo. Resumidas cuentas, es un remedio excelente, y basta con infusionar una cucharadita durante unos diez minutos en una taza de agua hirviendo para explotar todas sus propiedades.
Elixir de belleza para la piel
Gracias a sus potentes propiedades emolientes, el extracto de guayaba feijoa también se usa mucho en el campo cosmético. La riqueza de sus principios activos con propiedades dermopurificantes permite crear excelentes cremas regeneradoras naturales. Encontrar estas cremas es bastante complicado por lo que lo mejor es optar por hacértelo tú mismo, que, aunque sin duda te llevará más tiempo, tu cartera te lo agradecerá.
Es una receta muy rápida de realizar, simplemente tienes que aplastar la pulpa y aplicarla directamente en la cara durante 15 minutos. El objetivo es hidratar la piel y reactivar la microcirculación. Alternativamente, podemos combinar el jugo con polvo de arcilla blanca o verde y obtener así un efecto purificador. ¡Ya tienes un montón de buenas razones para plantar una pequeña semilla de guayaba en tu casa, y que puedas disfrutar de ellas sin tener que irte muy lejos a buscarlas!
