Icewine, vinos dulces con un encanto helado

Los Icewine o vinos de hielo están considerados como uno de los vinos de postre más buscados y apreciados en el mundo y, a menudo, su producción no es suficiente para satisfacer la demanda del mercado. Se obtienen por fermentación de racimos congelados.

Se definen Eiswein en alemán, Vin de glace en francés y Icewine en inglés y la producción principal se concentra en Austria, Alemania y Canadá, donde el frío es el principal responsable del bouquet y de su extraordinaria acidez.

La historia de Icewine

El Icewine nació en Alemania y según algunas teorías, lo hizo de manera accidental: en 1794 en la ciudad de Würzburg una helada inesperada provocó la congelación de las uvas, por lo que los viticultores, tratando de salvar la cosecha las trituraron, obteniendo un mosto extremadamente concentrado. Según otras hipótesis, el primer Icewine se produjo en Dromersheim con uvas de 1829, una cosecha particularmente dura con respecto al clima. Los viticultores de esa zona, en un intento de aprovechar de algún modo las uvas dañadas, decidieron usarlas como alimento para el ganado. Así fue como se percataron de la particular dulzura del mosto.

Más o menos a finales de la década de 1960, el Dr. Hans Georg Ambrosi mejoró y perfeccionó la técnica. Comenzó con sus experimentos en 1955, cuando se encontraba estudiando en África. De vuelta en Alemania, fundó una bodega para producirlo y al poco tiempo algunos productores decidieron hacer lo mismo. Fue así como el Eiswein se convirtió en un producto típico de su tierra natal, donde sin embargo las condiciones climáticas no permitían poder elaborarlo todos los años. Sin embargo, en Canadá, gracias a sus condiciones climáticas, se aseguran una producción constante. La gran producción que se pudo llevar a cabo en el norte de Estados Unidos permitió una constante experimentación y una mejora en la técnica de producción.

La producción de Icewine es compleja, ya que requiere la presencia de condiciones climáticas específicas y procedimientos particulares de vinificación. Los racimos de uvas se dejan en la vid durante los meses de invierno y las heladas constantes favorecen la concentración de azúcares, sustancias ácidas y sustancias aromáticas.

Las uvas se cosechan cuando el agua dentro de las uvas se congela en forma de cristales de hielo y la recolección se realiza a mano, para mantener la integridad total de los racimos. Además, la recolección debe llevarse a cabo lo más rápido posible, ya que las uvas deben ser trituradas antes de descongelarse. Normalmente, todo se hace de noche o muy temprano por la mañana.

Icewine en la cata

A la hora de la cata, los Icewines presentan una suavidad aterciopelada, resultado del equilibrio perfecto entre el azúcar y el alcohol, y una acidez marcada, dada por el fuerte contraste de temperatura entre el día y la noche en las áreas de producción. Las uvas utilizadas principalmente para la producción de Icewine son Riesling y Vidal; entre las variedades tintas, la más típica es Cabernet Franc, seguida de Cabarnet Sauvignon, Merlot y Pinot Noir.