Cook up a storm, la película de cocina que nunca verías
Cook up a storm es una comedia exagerada, incluso frívola si queremos decir las cosas como son, pero ofrece una idea de cómo el mundo asiático ve la cocina de estos últimos años. Desde los programas al estilo Masterchef hasta el choque entre la tradición y vanguardia, tienen cabida en una película de cocina extrañamente atractiva. Cuando la comida de las calles de Hong Kong se enfrenta con una cocina francesa repleta de estrellas, el espectáculo está garantizado. ¿El único problema? Que no se ha doblado.
Street Chef o Star Chef
Sky Ko y Paul Ahn - en la foto a continuación – compiten por realizar hazañas culinarias y combinaciones sorprendentes, como en cualquier espectáculo de cocina que se precie. El primero es el chef de un restaurante callejero de una de las calles históricas de Hong Kong, mientras que Paul, de origen coreano, es un chef que creció entre los fogones de las grandes cocinas francesas. La pareja representa las dos almas de la gastronomía oriental: a menudo se hace hincapié en que el problema de la cocina china es la falta de innovación, al mismo tiempo, esta nueva forma de cocinar, llena de adornos, a menudo se ve como una cocina con poca sustancia.
La trama, por supuesto, es un poco más articulada, con giros a veces insospechados y algún que otro momento un poco más edulcorado, como el final, donde todo el elenco desea un buen año nuevo chino dirigiéndose a los espectadores. A pesar de todo, la película sigue siendo, al menos para nosotros, inexplicablemente hipnótica. Cook up a storm nos ofrece la rara oportunidad de ver un fenómeno totalmente contemporáneo desde una perspectiva diferente, este nuevo interés por la cocina, una cocina llena de color y glamour. Mas interesante aún si piensas que, aquí en España, esta tensión entre innovación y tradición gastronómica es algo que conocemos muy bien, y es curioso presenciar esta lucha de tan lejos y tan cerca a la vez.
Mención especial merece todo el apartado de fotografía de la película, que te dejará con la boca abierta, la forma de filmar el cocinado, como cortan y asan, prácticamente pegando la cámara a la llama o la olla en mitad del servicio. Te garantizamos que se te hará la boca agua, créenos, con cuencos llenos de espagueti o foie gras en costra de caramelo para remarcar aún más el contraste que acompaña a toda la película. Para los más interesados, la película está completa, vagando por la red y subtitulada al inglés. Lo cierto es que es un desafío poder mantenerse dentro de los densos diálogos, pero nos parece que sin duda vale la pena.
