Vitamina c: para qué sirve, beneficios y cuáles son los alimentos más ricos
La vitamina C es un valioso aliado del sistema inmunológico y además facilita la prevención del envejecimiento. La vitamina C aporta muchos beneficios: es una vitamina hidrosoluble muy importante para nuestro bienestar. Evita la aparición de carencias que darían lugar a diversos trastornos como la fatiga, la anemia, la debilidad, el dolor muscular y la falta de apetito. ¿Pero para qué sirve la vitamina C? ¿Cuáles son los alimentos más ricos en ella?
Qué hace: los beneficios asociados a la vitamina C
El ácido L-ascórbico o vitamina C es una de las vitaminas más valiosas para la salud de nuestro cuerpo. Tiene incontables beneficios, entre ellos:
- Fortalece el sistema inmunológico, por lo que la vitamina C es especialmente útil en otoño e invierno para contrarrestar la aparición de la gripe y los resfriados; protección de la piel, gracias a sus propiedades antioxidantes que combaten los radicales libres, los cuales
- Mayor absorción de hierro, cuando se combina con alimentos que contienen tanto hierro como vitamina C: lo ideal es tomar un zumo de naranja o limón exprimido junto con legumbres o verduras ricas en hierro;
- Ayuda al corazón beneficiando el sistema cardiovascular.
Sin embargo, la comunidad científica está de acuerdo en que la vitamina C debe ser considerada como una sustancia que debe ser complementada sólo en caso de estrés físico extremo y no que no está particularmente relacionada con los beneficios frente resfriado y la gripe.
¿Qué alimentos son los más ricos en vitamina C?
¿Dónde se encuentra la vitamina C? Las verduras y la fruta son alimentos ricos en esta preciada vitamina. Las uvas contienen aproximadamente 340 mg de vitamina C por cada 100 gramos de producto, así como sales minerales como zinc, hierro y potasio y vitaminas A y B. Encontramos también pasas de Corinto con unos 200 mg y los kiwis con 85 mg, también ricos en vitamina E, potasio, cobre y hierro. La papaya contiene 60 mg, las fresas 54 mg - éstas también son ricas en manganeso - y las naranjas y los limones 50 mg: estas dos últimas frutas - a diferencia de lo que se podría pensar - no están en la parte superior de la lista de alimentos con más vitamina C, pero los podemos encontrar durante el otoño y el invierno, cuando la gripe está en su apogeo. Le siguen la piña (47,8 mg), las mandarinas (42 mg), los pomelos (40 mg), los melones (32 mg) y las cerezas (10 mg).
Si hablamos de verduras, los pimientos rojos y amarillos son los máximos exponentes con 166 mg por cada 100 gramos de producto y también contienen beta-caroteno, vitaminas del grupo B y sales minerales como magnesio, calcio, hierro y potasio. También encontramos perejil (162 mg), pimientos verdes (127 mg) y nabos (110 mg) con propiedades desintoxicantes y antiinflamatorias, así como rúcula (110 mg), coles de Bruselas (81 mg), coliflor (59 mg), lechuga (59 mg) y brócoli (54 mg): estos últimos también contienen pocas calorías y son ricos en sales minerales - como el fósforo, hierro, potasio y calcio - y vitaminas B. Las espinacas, que contienen aproximadamente 54 mg de vitamina C, también son ricas en hierro y vitamina K, lo que favorece la coagulación de la sangre y reduce la fatiga. También hay que mencionar las verduras como el repollo (52 mg), la achicoria (46 mg), los tomates (43 mg), las habas (33 mg) y los guisantes (32 mg).
La dosis diaria de vitamina C
A título indicativo, para evitar deficiencias, la dosis mínima diaria de vitamina C es de unos 90 mg al día para los hombres y 75 mg para las mujeres. Sin embargo, el consejo es siempre preguntar a vuestro médico, para que podais tomar la dosis que se ajuste a vuestras necesidades, para que apreciéis mejor sus beneficios.
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