Terva Leijona: El regaliz de alquitrán finlandés

Terva Leijona, el regaliz de alquitrán finlandés es solo el último de los productos de una larga tradición que tiene al alquitrán de pino como protagonista. Un famoso refrán finlandés, incluso afirma que «si la sauna, el vodka o el alquitrán no ayudan, entonces la enfermedad es fatal». Los finlandeses de la Edad de Piedra utilizaban hornos para la producción de alquitrán, el cual a su vez encuentra diferentes usos, desde la medicina a la construcción, ¡y hasta el regaliz!
Delicias negras
Hablar de dulces de regaliz hechos con alquitrán puede hacer que arrugues la nariz, por lo que será mejor que te aclaremos algunos puntos. El alquitrán de pino no debe confundirse con alquitrán de hulla o betún. Se obtiene a través del proceso de producción de carbón vegetal, utilizando hornos especiales y empleando un método llamado destilación seca. Con esto recuperamos y destilamos las sustancias volátiles que se crean con la combustión lenta, obteniendo alquitrán. Esto era muy apreciado, especialmente en el norte de Europa, para tratamientos médicos y por sus propiedades hidrofóbicas. El uso de alquitrán está tan arraigado en la cultura finlandesa que, incluso en tiempos más recientes cuando sus propiedades medicinales e hidrofóbicas han sido reemplazadas por otras sustancias más efectivas, echan de menos su aroma tan único.
De este deseo melancólico de recuperar ese particular sabor, nace Terva Leijona (Terva es la palabra finlandesa para alquitrán), un particular regaliz con sabor a alquitrán. Este peculiar regaliz se comercializó por primera vez a principios de los años 30 en forma de tabletas, aunque productos similares preparados a mano, ya estaban super extendidos entre los finlandeses. Terva Leijona presenta un sabor ahumado único, que recuerda el sabor de la madera de pino del que se deriva el alquitrán, manteniendo así viva una tradición que cuenta ya con miles de años.
