Refugiados climáticos: Nueva Zelanda ofrece visados especiales

Si tu casa se inundara debido al aumento del nivel del mar o si ya no pudieras disponer de la cantidad necesaria de agua potable debido a una sequía interminable, ¿qué harías? Pues probablemente lo más obvio: te mudarías y te convertirías en un refugiado climático. Hasta el momento no existe una legislación que los reconozca como tales y pueda brindarles asilo, pero algo se está cociendo en Nueva Zelanda.
La fuerza de la necesidad
La propuesta surgió del Ministro de Cambio Climático, James Shaw, quien recientemente anunció en Radio Nueva Zelanda la posibilidad de introducir a modo experimental una categoría particular de visas humanitarias para los llamados refugiados climáticos. Esta figura enmarcaría a aquellos individuos que se ven obligados a migrar por la imposibilidad de permanecer en su lugar de origen debido al cambio climático. Para Nueva Zelanda, esta no es una hipótesis remota, sino una realidad concreta, ya que las solicitudes de asilo por este motivo no les pilla de nuevas, principalmente por parte de los habitantes de los pequeños archipiélagos vecinos, que han visto como sus casas y tierras han sido devoradas por la elevación del mar.
Ya habíamos hablado sobre el nacimiento de la figura del refugiado climático en otro artículo, peri esta posibilidad que nos llega desde Nueva Zelanda eleva el tema a otro nivel, el institucional. Actualmente no existe una legislación que prevea la migración por razones climáticas y, en consecuencia, el reconocimiento de asilo a las personas que deben marcharse. No nos sorprende, sin embargo, que el Pacífico sea uno de los primeros lugares donde surgió el problema: la conformación de las islas de muchos pequeños archipiélagos los hace particularmente vulnerables a las subidas del mar, que cada año reclama porciones de tierra, a menudo habitadas. La del Ministro Shaw por ahora es una simple propuesta, pero debe ser considerada como una señal de alarma que debería animarnos a todos a reflexionar y considerar el problema del cambio climático, empezando por las pequeñas acciones del día a día.
