Por qué los productos orgánicos en invernadero se están volviendo cada vez más populares
Los productos orgánicos en invernadero se han convertido en un tema polémico: por un lado, están cada vez más de moda y por otro, algunos productores critican la idea de que se puede definir como orgánico algo que no crece al aire libre. El asunto se complica cuando entran en juego cuestiones como las certificaciones, que pueden variar de un estado a otro e incluso en Europa el tema sigue debatiéndose activamente.

Europa y Estados Unidos, su posición sobre el invernadero orgánico
El Parlamento Europeo sigue debatiendo la posibilidad de hacer realidad el cultivo orgánico en invernaderos, pero por el momento parece inclinarse más hacia la exclusión que hacia la concesión: la Unión Europea aprobó recientemente una moratoria de 10 años para los invernaderos de Dinamarca, Suecia y Finlandia que certificaban sus productos como orgánicos.
Mientras tanto, en Estados Unidos tienen casi 6 hectáreas de invernaderos dedicados a la producción de vegetales y frutas orgánicas, un número que puede no parecer mucho pero que adquiere un significado diferente cuando se piensa que son espacios cerrados. Aquí, cada año, el número de invernaderos dedicados al cultivo orgánico en invernaderos ha estado creciendo constantemente durante casi una década.
Pros y contras de los cultivos orgánicos en los invernaderos
Las ventajas de la agricultura orgánica en invernaderos son, para bien o para mal, las mismas que con la agricultura convencional de interior: menos desperdicio de recursos, menos necesidad de productos fitosanitarios, que aunque sean orgánicos, pueden no ser los mejores para la salud de las personas, el ecosistema y para los bolsillos de los agricultores.
Los inconvenientes suelen centrarse en la escasa naturalidad de la agricultura orgánica en invernaderos: el hecho de que las plantas no estén expuestas a los elementos, como el viento y la lluvia y que sólo vean el sol a través del filtro de una lámina de plástico son factores que no convencen a ciertos productores y consumidores orgánicos. Sin embargo, a pesar de estos inconvenientes, la agricultura orgánica en invernaderos es cada vez más popular, tanto porque permite una agricultura más sostenible como porque puede reducir el impacto en las carteras de los agricultores, pero el futuro de esta práctica es cuanto menos, incierto.
