Moda low cost: ¿cuánto cuesta al medio ambiente y a la salud?
La moda low cost, a menudo descrita como fast fashion, se ha convertido en la droga de las últimas décadas, una adicción a productos baratos y fácilmente eliminables que no nos hacen sentir culpables. Todo esto, sin embargo, no es barato, ni para el medio ambiente que nos rodea, ni para los que trabajan y producen las prendas.

La moda low cost y el medio ambiente, una relación difícil
Para describir mejor la relación entre la moda low cost y el medio ambiente, es bueno saber que alrededor del 50% de la producción de la industria textil termina en la basura en menos de un año. Esta es una cifra alarmante, considerando la enorme cantidad de trabajo que implican los incineradores, pero también el enorme desperdicio de agua y las emisiones de dióxido de carbono para la producción de la ropa misma. A todo esto se añade, según un informe de la ONU, que desafortunadamente sólo el 1% de la ropa desechada es realmente reciclada.
De esta forma, se crea un círculo vicioso entre la moda low cost y el medio ambiente, que causa un daño considerable a nuestro planeta: se produce mucho, hay mucha contaminación y muy poco reciclaje. Además, no hay que olvidar que la moda low cost, por definición, utiliza materias primas baratas como fibras sintéticas y materiales plásticos derivados del petróleo. Por no hablar de los metales pesados utilizados para fijar el color que terminan en los ríos y mares, en los acuíferos e inmediatamente después en el grifo de nuestras casas. ¿Vale la pena la pasión por el shopping?

El daño de la moda low cost a la salud
Existen diferentes puntos de vista para ver el daño de la moda low cost a la salud. Comencemos con la producción, ofrecida a los países subdesarrollados que trabajan en condiciones higiénico-sanitarias cuestionables y en instalaciones deterioradas que no están a la altura de las normas. Por citar un ejemplo, el derrumbe de la Plaza Rana en Bangladesh, un accidente que costó la vida a 1129 víctimas de la industria textil. Pero estos no son sólo los daños de la moda de bajo costo a la salud, la mayor parte de la producción se hace con materiales sintéticos que implican infecciones, alergias, picor a nuestra piel debido tanto a la humedad que retienen como a los tintes químicos utilizados para fijar el color.
Un último daño que hay que mencionar, pero que quizás queda en la esfera personal del comprador individual, es el uso real de esta moda: los tacones demasiado altos dañan la postura, los zapatos demasiado puntiagudos dañan los dedos de los pies, los cinturones demasiado ajustados impiden la correcta circulación de la sangre, en resumen, ser una fashion victim no siempre es algo bueno.
Se acerca la semana de la moda, dejémonos seducir por las maravillosas prendas de la próxima temporada, pero pensando que comprar fibras naturales y prendas capaces de dar confort y resistencia son las opciones que superan a la moda low cost, con vistas a una economía green, para hacer el bien al medio ambiente y a la salud.
