Los corales prefieren los microplásticos a los alimentos naturales
¿Qué comen los corales? Hoy en día, microplásticos. El inquietante hallazgo nos llega desde los Estados Unidos, donde los investigadores han analizado diferentes corales a lo largo Rhode Island, cerca de la ciudad de Providence. Esto no sería simplemente un efecto secundario de la contaminación microplástica generalizada: al parecer los corales terminan prefiriendo el «sabor» del plástico.
A los corales les gusta el plástico
El estudio se centra en el análisis de los corales de Rhode Island, pero según los expertos, la ingesta de microplásticos podría ser la explicación a por qué están muriendo también los corales de los arrecifes tropicales. El coral en cuestión pertenece a la especie Astrangia Poculata. En las muestras recogidas en la naturaleza, cada pólipo contenía hasta 100 pequeñas fibras plásticas.
Los investigadores también han realizado pruebas en el laboratorio, en las que se ha ofrecido a los corales la opción de nutrirse con sus alimentos naturales, como huevos de artemia o con pequeñas perlas microplásticas. Para asombro general, en todas las ocasiones los corales terminaron ingiriendo hasta el doble de plástico que de huevos. Y no sólo eso: en la mayoría de los casos, después de que su estómago se llenara de plástico sin valor nutritivo alguno, los corales dejaban de comer, corriendo el riesgo de morir literalmente de hambre. Esto, según los investigadores, evidencia que los corales prefieren el plástico a su alimento natural.
Bacterias y enfermedades, el riesgo de los microplásticos
Pero el riesgo no es sólo matar de hambre a los corales. Los microplásticos, de hecho, serían también portadores de bacterias. En experimentos de laboratorio, los corales que habían comido plástico contaminado con la bacteria E. coli murieron en menos de dos semanas.
Según los investigadores, el riesgo de los microplásticos como transmisores de enfermedades se habría subestimado enormemente hasta ahora, precisamente por la tendencia de las bacterias a anidar en los residuos plásticos, a menudo procedentes de desechos y vertederos. Queda por establecer cuán extendido es el problema, especialmente para otras especies coralinas, y en qué medida puede afectar a todo el ecosistema marino.
