Limonana: el refresco sin alcohol y completamente natural para hacer en casa
Hoy hablamos de la Limonana, una bebida típica de diferentes países del Oriente Medio y que cuenta con una historia muy interesante tras ella. No necesitas irte hasta Chipre o Jordania para probarla, solo necesitas hielo, limón, azúcar y menta, para disfrutar tranquilamente de este refresco natural y sin alcohol. Sin olvidar, por supuesto, la extraña historia que se esconde tras su nombre.
Una historia inesperada
Históricamente se cree que este refresco puede haber estado de moda ya en la antigüedad en Siria o Turquía. La relativa facilidad para encontrar los ingredientes y la simplicidad de la preparación resultaron en esta bebida, mientras que la adición de hielo podría ser una característica de las variantes para los más pudientes que eran los que podrían permitirse esta costosa adición.
Pero la historia, al menos en lo que respecta al nombre, tiene un origen completamente diferente. En la década de 1990 en Israel, la publicidad en los autobuses todavía estaba en pañales (verás el vínculo en seguida, no te preocupes) y era necesario demostrar su eficacia. Entonces, una innovadora agencia de publicidad algo más avispada que las demás decidió lanzar una campaña para un nuevo producto llamado – sí, lo has adivinado- limonana.
Este nuevo refresco apareció en tantos vehículos que se convirtió en la bebida de moda de todas personalidades famosas del Israel de la época. El éxito fue tal que la gente acudía a los locales pidiendo esta limonana y después de tan solo dos semanas, la agencia tuvo que admitir que el producto no existía. Mientras tanto, sin embargo, bares, restaurantes e incluso compañías de bebidas se apropiaron de esta receta tan simple y comenzaron a ofrecerla con ese nombre. De la noche a la mañana, esta limonana fresquita y aromática con mucha menta se convirtió en el refresco natural preferido para muchos.
Cómo prepararla en casa
Para empezar, necesitarás estos ingredientes tan sencillos:
- 3 limones grandes
- 4 cucharadas de azúcar glas
- 10 gr de menta fresca
- 500 ml de agua
- Hielo
La receta es muy simple, solo tienes que lavar las hojas de menta, y mezclarlas con el azúcar glas colocándolas en el vaso de la licuadora. Llegados a este punto, exprime los limones y pásalos por un colador, luego agrega el zumo al resto de los ingredientes, y continúa mezclándolos a velocidad mínima, mientras vas agregando el agua. Sírvela muy fría en vasos con algunas rodajas de limón y hojitas de menta fresca. ¿Qué puede haber más fácil que esto?
