Las ciudades del futuro necesitarán cada vez más la biodiversidad y los productos orgánicos
Las ciudades del futuro no podrán prescindir de la biodiversidad y, por tanto, tampoco de lo orgánico. La comunidad científica está de acuerdo en que también hay que prestar atención a los ecosistemas urbanos, que hasta ahora no siempre han sido tenidos en cuenta por la investigación. A nivel urbano un ecosistema sano y equilibrado se traduce en beneficios para los habitantes.
El reto de las ciudades ecológicas y sostenibles del futuro
Las ciudades del futuro deberán considerar la biodiversidad y la agricultura ecológica como valores centrales en los que basar su desarrollo. Las áreas altamente urbanizadas ya no pueden ser excluidas o consideradas como entidades extrañas del balance ecológico de un área. Al contrario, tendrán que integrarse como parte viva de los ecosistemas para poder garantizar una mayor salud y seguridad a sus habitantes, humanos o no. Las zonas verdes serán la clave de la planificación urbana del mañana: desde los parques tradicionales hasta los tejados verdes; todas las soluciones funcionales para la biodiversidad. En este sentido, será necesario centrarse en las especies de plantas nativas, para apoyar la actividad de los polinizadores, base de todo el ecosistema.
Verdes, sostenibles y productivas, las ciudades del futuro podrían tener que producir sus propios alimentos. Es posible que los cultivos urbanos se conviertan pronto en una necesidad o, en el mejor de los casos, un buen hábito. Son buenos para optimizar el espacio y el uso de los recursos y pueden ser más fácilmente orgánicos porque son más controlables y menos susceptibles a los eventos climáticos. Una ciudad verde también garantiza una mayor limpieza del aire y del agua, que son menos propensos a los contaminantes nocivos.
Algunos ejemplos virtuosos ya se pueden ver hoy en día, como el de Toronto en Canadá que está incentivando la creación de un cierto porcentaje de tejados verdes en la ciudad. Pero también en Múnich, donde incluso la gestión de las zonas verdes es natural gracias a la ayuda de un rebaño de ovejas que ayuda a cortar y abonar el césped.
