La matanza de las ballenas en las islas Feroe
La matanza de ballenas en las Islas Feroe es un festival tradicional conocido como Grindadráp, que acaba con cientos de calderones (o ballenas piloto) asesinados brutalmente cada año. Esta práctica, con siglos de antigüedad, muestra como las ballenas y delfines atlánticos son arrastrados por las playas y luego sacrificados con cuchillos y arpones. Puede parecer extraño, pero hay lugares en Europa donde la carne de ballena todavía se comercializa.
La matanza de las Islas Feroe
Normalmente se lleva a cabo entre julio y septiembre, pero este año ha comenzado temprano: primero llegan los barcos, asustando a los cetáceos y haciéndolos ir hacia una de las bahías autorizadas. Una vez que la manada es localizada y atrapada, se les empuja cerca de la playa hasta que los mamíferos varan. Solo en este punto se procede con la matanza real, a menudo mediante un golpe dirigido a la columna vertebral, un momento en el que los niños suelen participar.
El resultado es un océano completamente rojo, lleno de la sangre de los animales muertos que se desangran en las aguas poco profundas, antes de continuar con el proceso en sí. Aunque cada vez hay más asociaciones que tratan de proteger a los cetáceos, los habitantes de las Islas Feroe están muy vinculados a eta tradición, además de considerar a estos animales como una de las principales fuentes de ingresos para el archipiélago.
Las autoridades danesas han argumentado reiteradamente que la práctica incluso se considera sostenible, teniendo en cuenta cuántos de estos animales están presentes en esas aguas. Por otro lado, todos los años la organización Sea Shepherd intenta interferir con las operaciones en estas islas.
Como conclusión cabría a hacer una última reflexión. El impacto mediático de este evento trastorna al mundo entero por su crudeza, por la sangre tan visible y por su violencia; sin embargo, las flotas de barcos de pesca de arrastre con grandes redes de varios kilómetros de largo siguen silenciosamente pescando indiscriminadamente todo pez o animal marino que encuentran a su paso, perpetrando en silencio su matanza particular.
