La hamburguesa perfecta, todos los trucos del chef
¿Cómo se prepara la hamburguesa perfecta? Es uno de los alimentos de comida rápida más famosos del mundo, sinónimo de rapidez tanto a la hora de cocinarla como de comérsela. Es un plato simple que se presta a ese toque especial de los chefs para convertirlo en un delicioso bocata gourmet. Lo importante es recordar la regla de oro de toda buena hamburguesa que se precie: debe poder comerse con una mano.
La hamburguesa perfecta
La primera regla puede parecer paradójica, pero según dicen algunos chefs, la hamburguesa perfecta debe seguir siendo sencilla. Si te sorprendió "tener que comerla con una mano", la importancia de la simplicidad también podría decepcionarte. Sin embargo, no hay nada que demuestre mejor la habilidad de un chef que el hecho de hacer del plato más simple un recuerdo inolvidable.
Dicho esto, las demás normas la verdad que son más normales: el queso debe, sí o sí, derretirse; si no se derrite, la hamburguesa no es buena; la carne debe ser de primera categoría, no demasiado gorda; la lechuga y el tomate son bienvenidos, pero no deben minar la estabilidad del conjunto.
Un detalle que muchos olvidan de una hamburguesa perfecta es su equilibrio: cada bocado que des debe ser homogéneo, con la cantidad correcta de ingredientes y un equilibrio de sabores adecuado. Y es por esto por lo que una buena salsa puede ser el pegamento perfecto entre todos los sabores encerrados en una hamburguesa.
Y hablando de sabores, ¿hablamos del bacon? Aquí los grandes chefs están divididos: algunos ven la panceta ahumada y bien tostadita más como un elemento estructural para dar estabilidad al conjunto que como un ingrediente indispensable. Por otro lado, los hay que dicen que para considerar una hamburguesa perfecta no puede faltar. Lo único que te queda es hacer la prueba en casa y decidir cuál es la filosofía que más te conviene, lo importante -insistimos- es recordar la regla de oro de todo bocadillo: debe ser fácil de comer.
