El puré perfecto, los 5 trucos de chef
Preparar puré de patatas no parece ser una tarea complicada, pero bastan unos cuantos trucos para darse cuenta de que incluso una receta tan simple puede transformarse en un gran plato. Olvídate de los sobres, el agua y el cazo, para hacer un buen puré se necesita un poco de paciencia y atención: aquí tienes los 5 trucos para preparar un puré para chuparse los dedos.
1. Elige las patatas correctas
No todas las patatas son iguales, y para hacer un buen puré tendrás que prestar atención a algunos detalles para obtener el mejor resultado posible. Por lo general, lo normal sería elegir entre las rojas y blancas, pero un chef de verdad va más allá: la patata Godia, por ejemplo, está considerada entre las mejores, junto con la Agata y la Monalisa, y por supuesto también puedes encontrarlas de cultivo orgánico.
2. Con piel
Uno de los errores más comunes en la preparación de puré de papas es cocinar las patatas sin piel. Quedan menos sabrosos y tienden a absorber más agua, dos factores que pueden terminar arruinando una receta perfecta. Así que solo tienes que hacerte con un cepillo para limpiar cuidadosamente la piel y sumergirlas en agua con abundante sal. Con pasarlas después por el chino será suficiente para separar la piel de la patata en sí.
3. No uses la batidora
Un error común es usar la batidora para reducir las patatas a puré: esto no mejora la textura del puré de patatas, al contrario, ¡tiende a arruinarlo! El puré debe estar aireado y cremoso, y el movimiento rápido de las hojas de la batidora hará que se libere el almidón de la patata, haciendo que se apelmace.
4. Batir a mano y mantequilla fría
Para evitar el error del paso anterior es mejor optar por un poquito de paciencia, trabajo duro y ¡a darle al brazo! Esta operación debe hacerse manteniendo el puré en el baño maría, alrededor de setenta grados, e incorporando mantequilla fría de la nevera. Eso sí, recuerda servirlo bien caliente, para que la manquilla quede bien incorporada en las patatas.
5. Especias y hierbas aromáticas
El toque final para todo buen puré que se precie son las especias: en invierno, la canela y la nuez moscada liberan excelentes aromas, tal vez acompañadas de salvia fresca. En caso de que no tengas demasiados problemas con la dieta, puedes servirlo tambien con un par de cucharadas de mantequilla derretida, ligeramente dorada, ¡es el sumun del placer! Si no nos crees, pruébalo por ti mismo…
