El plástico en los océanos también es visible desde el espacio
El plástico en los océanos aflige al planeta. Un estudio reciente publicado en Nature muestra que las bolsas flotantes de macroplásticos son detectables desde el espacio por los satélites y que dentro de estos agregados plásticos también es posible distinguir materiales naturales como las algas o la madera.
Los plásticos en los océanos
La presencia de plástico en los océanos es un fenómeno ampliamente conocido. Manchas gigantes de desechos plásticos de los puntos más diversos de los océanos se juntan, principalmente por las corrientes y los vientos, y forman verdaderas islas de plástico en los océanos.
El problema ha sido noticia desde hace tiempo, principalmente gracias a las imágenes satelitales que han permitido que todos perciban el tamaño incontrolado del plástico en los océanos, que se clasifica en macroplásticos (tamaño superior a 5 mm) y microplásticos (tamaño inferior a 5 mm).
El plástico que entra en las aguas del océano tiene dos destinos: flotar en la superficie o hundirse. Este plástico, que consiste principalmente en botellas, bolsas y redes de pesca, daña el ecosistema marino, ya que puede comérselo o quedar atrapado. Además, si no se elimina, tenderá a romperse en microplásticos, lo que es igual de perjudicial, con la diferencia de que es imposible de detectar.
Por eso es esencial poder detectar los plásticos flotantes de mayor tamaño antes de que se ingieran, se conviertan en una trampa o se rompan.
Un estudio reciente publicado en naturaleza nos informa que la última generación de satélites puede ser de gran ayuda para combatir los plásticos en los océanos.
El plástico en la mira de los satélites
El estudio publicado muestra por primera vez que las bolsas de macroplásticos flotantes son detectables desde el espacio gracias a los datos ópticos adquiridos por los satélites (en este caso el Sentinel-2 de la Agencia Espacial Europea) y que, además, dentro de las bolsas se distinguen materiales naturales, como las algas marinas.
De hecho, se han clasificado con éxito los plásticos sospechosos de ser plásticos con una precisión del 86%.
En comparación con lo que los satélites podían hacer hasta ahora, la nueva investigación ha demostrado que en menos tiempo y con más detalle es posible utilizar los satélites para detectar rápidamente bolsas de plástico en los océanos (incluso los pequeños como de 5 metros x 5 metros) y para comprender si hay otros materiales además del plástico para componer tales agregados.
El sistema, de hecho, es capaz de distinguir el plástico de las algas, la madera e incluso los componentes naturales no vegetales, gracias a un enfoque de aprendizaje automático y probabilístico.
Por consiguiente, el estudio sienta las bases de un futuro sistema de vigilancia ampliado y en gran escala que permitirá adoptar medidas oportunas para buscar, detectar y eliminar miles de bolsas de plástico en los océanos.
