¿Cómo de contaminado está el espacio?
El espacio tal como lo imaginas es un lugar fascinante, inmenso y a veces desolado, aunque seguramente nadie podría imaginarlo como un verdadero basurero.

Desde el año 1954, con el lanzamiento del primer satélite por el hombre, las principales potencias mundiales se han dedicado asiduamente al descubrimiento del espacio.
En menos de setenta años se han lanzado a la órbita terrestre unos 4.000 satélites con tareas muy diferentes, pero con el común denominador de estar hechos de materiales robustos, principalmente de metal.
Los satélites a menudo se apagan y se abandonan al final de la misión pero, debido al equilibrio entre las fuerzas centrífugas y la gravedad de la Tierra, continúan girando alrededor de la Tierra a velocidades de miles de kilómetros por hora.
El problema es que, además de crear un tráfico peligroso, estos residuos metálicos también chocan entre sí, fragmentándose en pedazos más pequeños que se convierten en verdaderas cuchillas que zumban a velocidades supersónicas.
Según los ingenieros de la NASA y de la Agencia Espacial Europea, estos desechos podrían ser un grave peligro para las misiones espaciales, ya que cada vez será más difícil enviar nuevos satélites o naves espaciales al espacio sin arriesgarse a que uno de estos desechos los golpee.
En este momento, las agencias espaciales están pensando en soluciones que podrían recoger o desviar estos residuos para que caigan a la Tierra y se desintegren por fricción con la atmósfera terrestre.
El espacio está contaminado por las actividades que el hombre ha realizado a lo largo de los años. Con la amargura de haber descubierto que nuestro planeta no sólo está contaminado en la superficie, sino también en su órbita espacial, se espera que las futuras expediciones espaciales puedan ser más sostenibles y estar más atentas al medio ambiente extraterrestre.
